La Cirugía Percutánea de Cálculo Renal (NLPC) se recomienda principalmente en casos donde los cálculos renales presentan características que dificultan su tratamiento mediante métodos menos invasivos. Esta intervención es particularmente indicada para pacientes que tienen cálculos de gran tamaño, generalmente aquellos que superan los 2 centímetros de diámetro. Además, la NLPC es la opción preferida cuando se enfrentan cálculos de formas complejas o irregulares, que podrían ser difíciles de tratar con otras técnicas. El procedimiento también se considera cuando los cálculos no han respondido satisfactoriamente a tratamientos previos menos invasivos, como la litotricia extracorpórea por ondas de choque. Asimismo, en situaciones donde los cálculos están causando una obstrucción significativa en el sistema urinario, poniendo en riesgo la función renal, la NLPC se convierte en una opción crucial para resolver rápidamente el problema y prevenir complicaciones más graves.
Ventajas
Menos invasiva que la cirugía abierta tradicional.
Alta tasa de éxito para cálculos grandes.
Recuperación más rápida comparada con cirugía abierta.
Menor dolor postoperatorio.
Recuperación
Estancia hospitalaria típica: 1-3 días.
El tubo de nefrostomía se retira generalmente después de 1-2 días.
Retorno a actividades normales: 1-2 semanas.
Seguimiento con estudios de imagen para confirmar la eliminación completa de los cálculos.
La Cirugía Percutánea de Cálculo Renal tiene una tasa de éxito de aproximadamente 90-95% para la eliminación completa de cálculos, dependiendo del tamaño y la ubicación de los mismos.